Ya hacía 3 días que Nohaim el Puro no había comido, y el pobre estaba ya para el arrastre. Siguiendo el curso del río, sin darse cuenta llegó a empezar a subir por las montañas, acercándose a la frontera con el País de la Blashfemia. A veces se encontraba MISTERIOSAS manchas blancas en los troncos de los árboles, pero él seguía en busca de comida.Veía setas, pero como los animales no se las comían, él tampoco, ¡serían venenosas! Al cabo de un rato, se encontró un anillo en el que ponía: ''Para atarlos en las tinieblas''.
--¡Las tinieblas! Entonces me lo quefo.
Pero tuvo un problema, el llevar consigo el cuento de ''La llamada de Cthulhu''...
--¡Ostia, no lo tengo! A ver si me lo dejé en casa cuando fui por calzoncillos limpios. Bueno, a ver si a alguien le puedo ir a venderle el anillo cutre este.
Era muy luminoso, e incluso parecía de oro dorado. Después de aquello, Nohaim el Puro vio una especie de colina rocosa que no era sino una gran roca redondeada y muy agrietada. Para subir por sus lisas paredes tuvo que usar su cuchillo y su bastón, y apoyarse en las grietas que, misteriosas, parecían estar en orden. Al llegar a lo alto, se dio cuenta de que no sabía por qué había subido. Allí había una casa y llamó a su puerta.
--¡Puerta! Pues no me hace caso, la voy a golpear con los nudillos.
--¿Para qué gritas a mi puerta?
Y salió un hombre que parecía un mendigo borracho.
--¡Señor, tengo bastante hambre! Y tal vez tenga sed... de un martini con vodca, por ejemplo...
--¡Ah, tienes puesto el Anillo Normal!
--¿Y qué le pasa?
--Que si te lo pones buscas a su creador sin darte cuenta.
--¿Lo has hecho tú?
--Sí.
--Eso explica lo que hago aquí. Te devuelvo el anillo si me das comida.
--Tengo en la lavadora un filete empanado con patatas. Mientras te lo comes, voy a emborracharme tranquilamente...
Y Nohaim comió mientras el mendigo borracho se emborrachaba... A la mañana siguiente, Nohaim se disponía a irse, pero el mendigo borracho (al que en ese momento podríamos considerar mendigo resacoso) le dijo:
--¿A dónde viajas?
--Voy al País de la Blashfemia.
--¿Eres un impuro o un blashfemo?
--no, soy un puro, es más, soy un eliternae.
--¡Pero entonces puede que te maten!
--No tengo otra cosa que hacer, lo único que puedo hacer con ilusión es esto. Es esta, mi sagrada misión, lo que me da ganas de seguir viviendo.
--Observo que no hay otra forma de convencer a gente como tú. Si quieres viajar a esas tierras de impurezas, te acompañaré.
--¿Vas a acompañarme abandonando tu casa?
--No.
--¿Vas a acompañarme vendiendo tu casa?
--No.
--¿Vas a prenderle fuego a la casa y pagarme con el dinero del seguro?
--No.
--¿Vas a explotar la casa contigo dentro y me vas a acompañar en forma de fantasma?
--No.
--¿Vas a enviar la casa por correo al País de la Blashfemia?
--No.
--¿Vas a desmontarla y traerla por piezas?
--¡Que no! Va a venir con nosotros.
--¡Pero si está encima de esa extraña roca!
--No es una roca...
Ante un luminoso Sol, salieron ambos de la casa. El muy sabio y poderoso, el Gran Mendigo Borracho, tocó el suelo de extraño material con un bastón y dijo:
--¡Marcelina, despierta ya, que nos vamos!
Y de esa piedra empezaron a salir patas (pero en vertical, como los doratones de Futuro Salvaje), y un largo cuello con una sola cabeza. ¡La piedra era el caparazón de una gigantesca tortuga!
--¡Es increíble! ¡La última verdad es la más sorprendente siempre!
--Estaba orientada hacia el norte, pero ahora te acompañaremos al sur.
--¡Muchas gracias!
La escalera del alma(Nohaim y el Mendigo Borracho)
domingo, 22 de agosto de 2010
domingo, 8 de agosto de 2010
Capítulo 3: En dirección al sur.
Nohaim se detuvo a cagar, y al cabo de un rato se dio cuenta que no había almorzado.
--Dentro de poco atardecerá, y no voy ni a poder cenar. Jo, y me aburro... Ostia, ¡veo un castillo!
Nohaim el Puro se dirigió al castillo y lamó al timbre.
--¡Timbre, timbre! ¡Contéstame!
Como no contestaba, lo pulsó. Entonces salió una mujer con pelo negro y ojos verdes.
--¿Es que nadie me va a dejar tranquila? ¿Por qué en la llanura hay tanta gente?
--¡Ostia, es Enya!
--Ése no es mi verdero nombre, pero bueno...
--Oye, tengo hambre, ¿no te da pena un pobre monje aldraista?
--Te puedo dar unos caracoles...
--Mejor me voy...
--Espera, al menos pasa la noche aquí.
Le llevó hasta un dormitorio todo nuevecito.
--Joder con el castillito.
--Me lo compré y lo traje aquí para disfrutar del clima seco. Pero ahora, por culpa del rey Bokerón...
--¿Por qué rompe las montañas de su país? Nos inundamos por su culpa.
--Porque en su país tienen sexo hasta en la sopa. El rey está convirtiendo el País de la Blashfemia en una especie de motel gigantesco, todo el país será un gran edificio de sexo por todas partes. Destruyen la naturaleza...
--Eso no me gusta, ¡hay que evitarlo!
--Ya no hay nada que salvar, todo ese país es un edificio. Si por lo menos fuera tan alto como las montañas...
--Yo no sólo cambiaré su física, sino también su política.
--Duérmete.
Nohaim el Puro se fue a dormir. A la mañana siguiente pidió a Enya el desayuno, y ella le dio lo único que tenía: un pan de 2 días.
--Debo irme. Debo cumplir mi misión.
--Si vas a luchar contra Bokerón, se enfadará, y te matará.
--Debo hacerlo, aunque me precipite hacia el abismo.
Nohaim partió así solo en un cielo gris.
--A ver si hay suerte y me encuentro a los de ''Within Temptation'' también.
Pero en lugar de eso se encontró un disco de ''Nghtwish''. Como no tenía P.C., siguió caminando. Vio delante de sí un río, y en él un bosquecillo de chopos llenos de pájaros.
--¡Qué hambre tengo!
Hacía un día que no comía, y el pan de Enya le cortaba la lengua.
--A lo mejor debería olvidarme de Molerón y volver a casa.
''¿Y humillarte ante tu padre? ¿Ante tí mismo, que no cumples tus promesas?''
--¡Cierto, no me rendiré! ¿Habrá alguna campesina con vacas?
Se encontró a un astrofísico.
--¿Tiene usted comida?
--Tengo un bocadillo del Señor Tortilla.
--¿Un bocadillo de tortilla?
--Del tortilla.
--Déme un cacho.
--Sólo si me dices el número de moles que tiene un vómbat comiéndose una manzana.
--¡Y un jamón con chorrera! ¡Dame un cacho!
--¡Quería ver tu sabiduría, pero ahora tendré que matarte!
Y sacó un martillo y gritó:
--¡Por la era de Panck y la teoría de la gravitación cuántica! (1)
Nohaim se fue corriendo: no era situación de arriesgar la vida. Ya al mediodía se encontró en los troncos de los árboles manchas de un MISTERIOSO líquido blanco espeso.
Los blashfemos andaban cerca...
--¿Estará cerca el País de la Blashfemia?
Tenía mucha hambre y en el bosquecillo lleno de impureza siguió el curso del río...
(1) Supongo que se refiere a la era de ''Planck''.
--Dentro de poco atardecerá, y no voy ni a poder cenar. Jo, y me aburro... Ostia, ¡veo un castillo!
Nohaim el Puro se dirigió al castillo y lamó al timbre.
--¡Timbre, timbre! ¡Contéstame!
Como no contestaba, lo pulsó. Entonces salió una mujer con pelo negro y ojos verdes.
--¿Es que nadie me va a dejar tranquila? ¿Por qué en la llanura hay tanta gente?
--¡Ostia, es Enya!
--Ése no es mi verdero nombre, pero bueno...
--Oye, tengo hambre, ¿no te da pena un pobre monje aldraista?
--Te puedo dar unos caracoles...
--Mejor me voy...
--Espera, al menos pasa la noche aquí.
Le llevó hasta un dormitorio todo nuevecito.
--Joder con el castillito.
--Me lo compré y lo traje aquí para disfrutar del clima seco. Pero ahora, por culpa del rey Bokerón...
--¿Por qué rompe las montañas de su país? Nos inundamos por su culpa.
--Porque en su país tienen sexo hasta en la sopa. El rey está convirtiendo el País de la Blashfemia en una especie de motel gigantesco, todo el país será un gran edificio de sexo por todas partes. Destruyen la naturaleza...
--Eso no me gusta, ¡hay que evitarlo!
--Ya no hay nada que salvar, todo ese país es un edificio. Si por lo menos fuera tan alto como las montañas...
--Yo no sólo cambiaré su física, sino también su política.
--Duérmete.
Nohaim el Puro se fue a dormir. A la mañana siguiente pidió a Enya el desayuno, y ella le dio lo único que tenía: un pan de 2 días.
--Debo irme. Debo cumplir mi misión.
--Si vas a luchar contra Bokerón, se enfadará, y te matará.
--Debo hacerlo, aunque me precipite hacia el abismo.
Nohaim partió así solo en un cielo gris.
--A ver si hay suerte y me encuentro a los de ''Within Temptation'' también.
Pero en lugar de eso se encontró un disco de ''Nghtwish''. Como no tenía P.C., siguió caminando. Vio delante de sí un río, y en él un bosquecillo de chopos llenos de pájaros.
--¡Qué hambre tengo!
Hacía un día que no comía, y el pan de Enya le cortaba la lengua.
--A lo mejor debería olvidarme de Molerón y volver a casa.
''¿Y humillarte ante tu padre? ¿Ante tí mismo, que no cumples tus promesas?''
--¡Cierto, no me rendiré! ¿Habrá alguna campesina con vacas?
Se encontró a un astrofísico.
--¿Tiene usted comida?
--Tengo un bocadillo del Señor Tortilla.
--¿Un bocadillo de tortilla?
--Del tortilla.
--Déme un cacho.
--Sólo si me dices el número de moles que tiene un vómbat comiéndose una manzana.
--¡Y un jamón con chorrera! ¡Dame un cacho!
--¡Quería ver tu sabiduría, pero ahora tendré que matarte!
Y sacó un martillo y gritó:
--¡Por la era de Panck y la teoría de la gravitación cuántica! (1)
Nohaim se fue corriendo: no era situación de arriesgar la vida. Ya al mediodía se encontró en los troncos de los árboles manchas de un MISTERIOSO líquido blanco espeso.
Los blashfemos andaban cerca...
--¿Estará cerca el País de la Blashfemia?
Tenía mucha hambre y en el bosquecillo lleno de impureza siguió el curso del río...
(1) Supongo que se refiere a la era de ''Planck''.
martes, 27 de julio de 2010
Capítulo 2: Las diosas no están.
--¿Qué es un ''hijo de las tinieblas''?
--Aquel que no es bueno y tonto, ni malo y listo, sino bueno y listo. Entre la luz y la oscuridad. En las tinieblas. Tú eres hijo suyo porque tu alma estaba en ellas. Tú escuchabas su voz. Estás a punto de perderla y debes oírla. ¡Óyela!
Óyeme, no me abandones.
--La oigo, ¡la oigo!
--Ahora escucha esto: en su mayoría los dioses/las diosas abandonaron Tierra casi unas décadas antes de que viniera Aldra.
--¿Vino por eso?
--Sí. Con -Netla-. Los damanos siguen a Aldra y quieren traer a los dioses. Las diosas no están, y los damanos (que siguen a Aldra y no son de las tinieblas) las quieren traer. Por eso llueve tanto: los humanos, sin los dioses, destruyen la naturaleza y el clima.
--¿Quién tiene la culpa? ¿Quién en particular hizo esta lluvia?
--En el Sur, en el País de la Blashfemia, el rey Bokerón está destruyendo las montañas. El viento del mar ya no hace nieve, el aire viene y aquí hay inundación.
--¿Por qué destruye las montañas?
--No te lo puedo decir, debes ir tú a varlo.
Hazle caso, Nohaim, debes arreglar el problema del clima.
--La voz de las tinieblas dice que vaya allí.
--Ve, yo debo ir al norte, al País Malo. Ya te he enseñado la verdad.
--Adiós, maestro, ya tengo un objetivo en mi vida.
--Volveremos a vernos.
Después de habarle enseñado tantas cosas, Molerón se fue al norte. Nohaim, ahora era Nohaim el Puro. Caminó hasta que el refugio se perdió a lo lejos. Iba hacia el sur, al País de la Blashfemia.
--El Profeta no me ha contado si hay una forma de traer a los dioses. Pero la buscaré.
Al igual que hace milenios Aldra caminó hacia el sur convertida en seguidora de las tinieblas, Nohaim el Puro caminó en el frío helador de un viento que debería estar en las montañas.
--Aquel que no es bueno y tonto, ni malo y listo, sino bueno y listo. Entre la luz y la oscuridad. En las tinieblas. Tú eres hijo suyo porque tu alma estaba en ellas. Tú escuchabas su voz. Estás a punto de perderla y debes oírla. ¡Óyela!
Óyeme, no me abandones.
--La oigo, ¡la oigo!
--Ahora escucha esto: en su mayoría los dioses/las diosas abandonaron Tierra casi unas décadas antes de que viniera Aldra.
--¿Vino por eso?
--Sí. Con -Netla-. Los damanos siguen a Aldra y quieren traer a los dioses. Las diosas no están, y los damanos (que siguen a Aldra y no son de las tinieblas) las quieren traer. Por eso llueve tanto: los humanos, sin los dioses, destruyen la naturaleza y el clima.
--¿Quién tiene la culpa? ¿Quién en particular hizo esta lluvia?
--En el Sur, en el País de la Blashfemia, el rey Bokerón está destruyendo las montañas. El viento del mar ya no hace nieve, el aire viene y aquí hay inundación.
--¿Por qué destruye las montañas?
--No te lo puedo decir, debes ir tú a varlo.
Hazle caso, Nohaim, debes arreglar el problema del clima.
--La voz de las tinieblas dice que vaya allí.
--Ve, yo debo ir al norte, al País Malo. Ya te he enseñado la verdad.
--Adiós, maestro, ya tengo un objetivo en mi vida.
--Volveremos a vernos.
Después de habarle enseñado tantas cosas, Molerón se fue al norte. Nohaim, ahora era Nohaim el Puro. Caminó hasta que el refugio se perdió a lo lejos. Iba hacia el sur, al País de la Blashfemia.
--El Profeta no me ha contado si hay una forma de traer a los dioses. Pero la buscaré.
Al igual que hace milenios Aldra caminó hacia el sur convertida en seguidora de las tinieblas, Nohaim el Puro caminó en el frío helador de un viento que debería estar en las montañas.
domingo, 25 de julio de 2010
Capítulo 1: Nohaim el Puro y el Profeta Molerón
En un mundo feliz donde no existía la enseñanza obligatoria (de momento) en el País Normal, vivía un chico muy feo y como un cencerro llamado Nohaim el Loco (más tarde le cambiarían el mote). Y tras terminar sus estudios (voluntarios) de biología, se dio cuenta de que no era feliz:
--Papá, no soy feliz. ¿Por qué crees que es?
--Déjame pensar... ¿Porque no tienes amigos? ¿Porque no sales a la calle? ¿Porque no has tenido novia con 18 años que tienes? ¿Porque no te has tocado nunca y si pongo Localia a la madrugada te asustas?
--Es que yo prefiero los documentales... bueno, da igual, el caso es que voy a viajar en busca de la verdad.
--Pues lárgate y no vuelvas hasta que dejes de ser virgen.
--Pues hasta nunca.
Y con un abrigo, un bastón, un cuchillo y el cuento de ''La Llamada de Cthulhu'', Nohaim se fue. Pero volvió porque se le olvidaron los calzoncillos limpios. Era un día azul, de mucha lluvia, y las nubes tenían aguas de reserva. Nohaim viajó al azar hacia el Sur, en medio de una lluvia torrencial.
--Nunca ha llovido tanto en el país este, ¿será cosa de los thurustáis? (1) A finales de Junio no es normal que llueva aquí.
--Los dioses ya no hacen nada.
--¡Ahhh! ¿Quién eres tú?
--Soy el Profeta Molerón.
Aquel hombre era alto y joven, y en su atractiva sonrisa podía verse el brillo de la sabiduría.
--¿Y tú qué predicas?
--Predico la doctrina de una mujer de otro planeta: la Gran Aldra.
--¿Y cómo puedes saber esa doctrina?
--Porque Aldra vino a la Tierra hace 5500 años más o menos. ¿Quieres saber esa doctrina?
--Ni siquiera sé lo que voy a hacer mañana.
Y el día lluvioso aclaró... y volvió a llover.
--Vámonos a hablar al refugio.
--Yo no veo ningún refugio.
--Voy a crearlo.
--¿Cómo has dicho?
Entonces pasó por allí una campesina con sus vacas.
--Discupa, jovencita. ¿Tienes un microondas?
--Por supuesto, ¿cómo no iba a tener uno?
--Puedo usarlo, ¿no?
--Por supuesto. Enchúfelo en el tabique nasal en mi cara.
El microondas se encendió, y el Profeta Molerón metió dentro un sobre instantáneo durante un minuto a máxima potencia. De allí salió una casita de madera.
--Gracias por el microondas, jovencita.
--De nada, guapo. La muerte nos iguala a todos.
El Profeta Molerón entró en la casa y Nohaim le siguió.
--¿Por qué no sabes lo que harás mañana?
--Porque viajo en busca de un respuesta, que nadie me podrá dar.
--¿Por qué?
--Porque nunca se puede saber si no te lo revelan los dioses. Es imposible conocerlo.
--Aldra habló en persona con los dioses. Y enseñó cosas que [Dios] no quiere que sean sabidas. ¿Ves mis ropas rojas? Yo antes llevé ropas celestes. La ropa de los eliternaes (2).
--No sé de que hablas.
--Son cosas de Cogu, el planeta de Aldra.
--Yo busco la felicidad.
--¿No tienes motivos para ser feliz?
--Según los demás, no...
--No le he preguntado a los demás, te he preguntado a ti.
--No tengo motivos. No me gusta el mundo que conozco.
--¿Eres feliz ahora?
--No, pero al menos estoy en paz.
--¿No tienes ganas de mear?
--Hace 3 horas y media.
--Ya sé... ¿tú eres un puro?
--Sí, antes era casto, pero mis amigos Tenvo y Qecmu Sogüisu me pervirtieron. Al menos nunca he tenido un orgasmo.
--Parece que además eres un hijo de las tinieblas.
--¿Cómo?
Le dio una capa y un trapo celestes.
--Ahora eres un eliternae. Seguirás la doctrina de Aldra. No tendrás un orgasmo ni tocarás a nadie entre las rodillas y el ombligo sin que te dé el trapo rojo.
--De acuerdo.
--¡Ahora he de irme, pero eres un eliternae! Te llamaré Nohaim ¡el puro!
--Gracias maestro, proclamaré tu palabra.
Y Molerón le explicó la doctrina de Aldra a Nohaim, entonces, después de un curso intensivo de un minuto y medio, Nohaim salió caminando con Molerón hacia el Sur.
(1) Thurustáis: dioses.
(2) Monje guerrero aldraista.
--Papá, no soy feliz. ¿Por qué crees que es?
--Déjame pensar... ¿Porque no tienes amigos? ¿Porque no sales a la calle? ¿Porque no has tenido novia con 18 años que tienes? ¿Porque no te has tocado nunca y si pongo Localia a la madrugada te asustas?
--Es que yo prefiero los documentales... bueno, da igual, el caso es que voy a viajar en busca de la verdad.
--Pues lárgate y no vuelvas hasta que dejes de ser virgen.
--Pues hasta nunca.
Y con un abrigo, un bastón, un cuchillo y el cuento de ''La Llamada de Cthulhu'', Nohaim se fue. Pero volvió porque se le olvidaron los calzoncillos limpios. Era un día azul, de mucha lluvia, y las nubes tenían aguas de reserva. Nohaim viajó al azar hacia el Sur, en medio de una lluvia torrencial.
--Nunca ha llovido tanto en el país este, ¿será cosa de los thurustáis? (1) A finales de Junio no es normal que llueva aquí.
--Los dioses ya no hacen nada.
--¡Ahhh! ¿Quién eres tú?
--Soy el Profeta Molerón.
Aquel hombre era alto y joven, y en su atractiva sonrisa podía verse el brillo de la sabiduría.
--¿Y tú qué predicas?
--Predico la doctrina de una mujer de otro planeta: la Gran Aldra.
--¿Y cómo puedes saber esa doctrina?
--Porque Aldra vino a la Tierra hace 5500 años más o menos. ¿Quieres saber esa doctrina?
--Ni siquiera sé lo que voy a hacer mañana.
Y el día lluvioso aclaró... y volvió a llover.
--Vámonos a hablar al refugio.
--Yo no veo ningún refugio.
--Voy a crearlo.
--¿Cómo has dicho?
Entonces pasó por allí una campesina con sus vacas.
--Discupa, jovencita. ¿Tienes un microondas?
--Por supuesto, ¿cómo no iba a tener uno?
--Puedo usarlo, ¿no?
--Por supuesto. Enchúfelo en el tabique nasal en mi cara.
El microondas se encendió, y el Profeta Molerón metió dentro un sobre instantáneo durante un minuto a máxima potencia. De allí salió una casita de madera.
--Gracias por el microondas, jovencita.
--De nada, guapo. La muerte nos iguala a todos.
El Profeta Molerón entró en la casa y Nohaim le siguió.
--¿Por qué no sabes lo que harás mañana?
--Porque viajo en busca de un respuesta, que nadie me podrá dar.
--¿Por qué?
--Porque nunca se puede saber si no te lo revelan los dioses. Es imposible conocerlo.
--Aldra habló en persona con los dioses. Y enseñó cosas que [Dios] no quiere que sean sabidas. ¿Ves mis ropas rojas? Yo antes llevé ropas celestes. La ropa de los eliternaes (2).
--No sé de que hablas.
--Son cosas de Cogu, el planeta de Aldra.
--Yo busco la felicidad.
--¿No tienes motivos para ser feliz?
--Según los demás, no...
--No le he preguntado a los demás, te he preguntado a ti.
--No tengo motivos. No me gusta el mundo que conozco.
--¿Eres feliz ahora?
--No, pero al menos estoy en paz.
--¿No tienes ganas de mear?
--Hace 3 horas y media.
--Ya sé... ¿tú eres un puro?
--Sí, antes era casto, pero mis amigos Tenvo y Qecmu Sogüisu me pervirtieron. Al menos nunca he tenido un orgasmo.
--Parece que además eres un hijo de las tinieblas.
--¿Cómo?
Le dio una capa y un trapo celestes.
--Ahora eres un eliternae. Seguirás la doctrina de Aldra. No tendrás un orgasmo ni tocarás a nadie entre las rodillas y el ombligo sin que te dé el trapo rojo.
--De acuerdo.
--¡Ahora he de irme, pero eres un eliternae! Te llamaré Nohaim ¡el puro!
--Gracias maestro, proclamaré tu palabra.
Y Molerón le explicó la doctrina de Aldra a Nohaim, entonces, después de un curso intensivo de un minuto y medio, Nohaim salió caminando con Molerón hacia el Sur.
(1) Thurustáis: dioses.
(2) Monje guerrero aldraista.
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